Dinamarca

(es difícil relatar el viaje de hace tres meses pero ya que me he propuesto volver a escribir en este espacio no quiero pasar por alto el viaje a Dinamarca)

Bienvenidos al Norte 

Del 27 al 31 de noviembre de 2011 Dinamarca

Un año de especulaciones sobre el lugar de destino del viaje de noviembre no hicieron más que aumentar las dudas del lugar exacto al que nos conducian Tino y Guitte. Siceramente nos han tenido doce meses liados. A toro pasado todos sabemos torear. Una vez conocido el destino todas las pistas encajan. Pero si tienes que torear la embestida...

Llegado el dia y la hora (las cinco de la mañana más que convocatoria es una putada) nos encontramos en el aeropuerto de Palma, zona Airberlin. Entrega de documentación y ellos se encargan de todo. Volamos con airberlin. Pilar y Guitte marchan con la silla de ruedas para Pilar hasta la puerta de embarque en la que nos encontramos todos. Destino Berlin. Ojo! Faustino viajó sin doparse. No fuma, no se dopa, hace deporte...

Llegamos a Berlin y quedamos en el aeropuerto. No salimos. Hay un nuevo embarque. El nuevo embarque es Copenague.

La llegada al aeropuerto de Copenague se produce en medio de una recepción señera por parte de nuestros anfitriones, Bente e Ivan. Cuando digo anfitriones es porque rindieron homenaje a Anfitrion, Rey de Tebas.

Nos alojamos en Allerod, pueblo 25 km al norte de Copenague. Se trata de un terreno de dimensiones considerables, propiedad de la hermana de Guitte y que alberga su casa, la de su hijo, un lago, un bosque y no se cuanto terreno más para otros usos.

 Una vez instalados y después de dar una vuelta a la finca nos dispusimos a comer un tentepie. La leche de tentenpie. Desde ese mismo momento entendimos que nos habían secuestrado para engordarnos y ya que estábamos en noviembre...

Durante la estancia tuvimos ocasion de conocer distintos puntos de interés turístico como Cristiania, el barrio okupa con más de 40 años de historia, el puerto pesquero de Nyhavn, el palacio de la reina de Dinamarca, el cambio de la guardia real, el paseo en barco desde Helsingor a Helsinborg (Suecia), el castillo Kronborg, el parque Dyrehaven, el castillo Frederiksborg... pero quizá lo más interesante fue poder convivir y vivir con una familia danesa. Comer como ellos. Llevar su ritmo de vida, sus horarios, sus constumbres...

También quiero recordar que la lesión de Pilar no fue nunca un impedimento para nada. Que en todo momento estuvo la silla de ruedas dispuesta para usarse cuando ella lo necesitara.

Realmente ha sido un viaje inolvidable. Gracias Guitte y Tino. Gracias Bente e Ivan.