Lanjaron

5-7 de marzo de 2010



Como un relámpago decidimos pasar un fin de semana con Manuel. El trayecto lo hicimos por Málaga y decidimos ir a la Alpujarra, concretamente al pueblo de Lanjaron.

Ha sido un viaje más intimista que de placer. Más de estar juntos en algún lugar que de descubrir lugares. Aún así, no siendo éste el objeto, y teniendo un tiempo que no acompañaba he decidido hacer esta nota en forma de salida.

La zona, además de un agua buenísima, tiene embutidos de alta calidad como el jamón que en el pueblo de Trevelez alcanza fama nacional en el pais de los jamones.

Lanjaron es un pueblo al sur de Granada (Gerald Brenan dixit) y de la Sierra Nevada. Te la imaginas como pueblo blanco que vive de la agricultura. Pues si y no. Es un pueblo blanco pero eminentemente turístico y con una fuerte industria basada en el agua envasada que recibe el nombre del pueblo. Es turística también por sus aguas pero no las de envasar, sino las de manantial. Tiene un balneario desde antiguo y media docena larga de hoteles que nutren al balneario de personas deseosas de probar las bondades de sus aguas.

Nos hemos alojado en el Hotel España. Hotel de principios de siglo pasado. El hotel afronta el paso del tiempo con orgullo de la edad que tiene, con algunas mejoras pero guardando una estructura que hoy dia no tendría ningún hotel. Entrar en el Hotel España es entrar en un hotel antiguo aunque no viejo. Junto a la recepción podemos encontrar una litografia de una carta manuscrita de Federico García Lorca del año 1927 con papel del Hotel.
No solamente fue Lorca insigne huésped. También estaba hospedado Manolete con Lupe Sino antes de ir a torear a Linares el día que murío. Su novia Lupe Sino conció su muerte en el mismo hotel.

Todas estas anécdotas me hacen suponer que este hotel y éste pueblo conocieron un momento de esplendor distinto. No porque ahora no sea merecedor de visita o estancia sino porque ahora existe una gama más amplia de ofertas.



En fín. Callejear por Lanjarón, el barrio del Hondillo, su paseo y mirador junto al Castillo, sus paseos alrededor del pueblo con grandes árboles (con sus ardillas incluidas), sus riachuelos, sus fuentes... y lo más importante, disfrutar de la compañia de Manuel.

Sanlúcar

Sanlúcar y alrededores
25 al 28 de febrero de 2010




Visita algo más larga de las habituales y más corta de lo que deseas.
Conocer y enseñar suelen ser dos verbos que agradan tanto al que conoce como al que enseña. Conocer supone adentrarse en algo desconocido y descubrir. Conocer el origen y los lugares de otras personas nos ayudan a comprender mejor.
Espero que este sea un primer viaje hacia los origenes de los componentes del grupo. Espero que podamos descubrir y redescubrir esos lugares que marcan una parte de nuestras vidas y que nos agrada compartir con los demás.
Sanlúcar tenía muchas expectativas no sólo por el lugar en sí. Estaba todo lo que rodea a mi pueblo. Hemos pasado de pincelada por Cádiz y Sevilla. Nos hemos acercado a Chipiona y El Rocio. Nos ha quedado disfrutar de la estancia de Sanlúcar, de su vida, del callejeo, del bullicio de la Plaza Cabildo un dia de sol, de la playa... Nos hemos dejado Jerez que tantas ganas le hacía a Joan. Nos hemos dejado las playas que van de Cádiz a Tarifa: Bolonia, Conil, Barbate.. Nos hemos dejado la sierra con sus pueblos blancos de ensueño... En fin, el tiempo es limitado y siempre es bueno tener excusas para volver que tener la sensación de hartazgo.



El Jueves nada más llegar al aeropuerto de San pablo nos dirigimos hacia Sevilla. No era la Sevilla llena de luz que recuerdo de mis anteriores estancias. Era una Sevilla lluviosa y plomiza. Hasta después de comer no empezó a escampar. La tarde fue igual de plomiza pero permitia el paseo.
Quedamos con las ganas de ver al Cristo del gran Poder en la Plaza de San Lorenzo.

Aún así, en condiciones climáticas adversas, he de reconocer la monumentalidad de Sevilla. Sevilla es mucho Sevilla. En apenas mediodia pudimos "pasear" por ella y dejar en algunos de nosotros la sensación de volver para hacerle caso sólo a ella, a sus gentes, a sus calles, a sus plazas, a sus monumentos, a su aire...

Sevilla, la lluvia, Giralda, Torre del Oro, Sierpes y Cuna, Patio Banderas, Santa Cruz, Cristo de los faroles, Plaza España, Parque Maria Luisa, Triana...



Sanlúcar, Bajo de Guía, Bodegas Barbadillo, Barrio Alto, Pepe (el de la tienda)...

Sanlúcar es el lugar de estancia. La Plaza Cabildo, junto a la Barbiana, el Hotel Barrameda nos acoge.
El jueves por la noche cenamos en Joselito Huerta, restaurante intimamente ligado a mi familia materna por razones de amistad. Siete botellas de manzanilla de un tonel de Barón acompaño la cena.

Dedicamos la mañana del viernes a la visita de las Bodegas de Barbadillo en el que en una visita que se me hizo más corta que la anterior vez que estuve se nos explicó el cultivo del caldo de la tierra, la manzanilla. Por la noche estuvimos en la tasca de La Cigarrera con mi hermano Pepe, la Rubia y Esteban, acabando la noche en el mirador del Hotel Guadalquivir.
También pudimos disfrutar el sábado de mi pueblo junto a mis primos José Antonio i Inma (y José Antonio junior).
Hicimos caso a Balbino y Barbiana. Hicimos caso a un bar del Barrio Alto que nos dejo completamente satisfechos de comida y precio.

Creo interesante mencionar la experiencia de un "vendedor" como Pepe. Joan se había fijado en una americana de pana a buen precio en el escaparate de una tienda cuando iba camino del hotel el dia anterior. Me lo comenta y le digo que si encontrara una chaqueta corta me la compraba porque había traido un chaqueton demasiado abrigado para la temperatura que hacía. Total, que decidimos ir.
Si estamos quince minutos más en la tienda le vende a Joan un traje de gitana y a mi una minifalda. Compramos casi todos bueno y barato. Oju que arte vendiendo!!

 

 

Cádiz, Plaza de las Flores, Calle ancha, Plaza de España, San Francisco, Plaza San Antonio, Parque Genovés, La Caleta...

Cádiz fue algo parecido a Sevilla pero sin lluvia. Fugaz paseo a toda la Ciudad. Bueno de Puerta Tierra a dentro.
Cominos en la Freiduria de la Plaza de las Flores, ya que la anterior vez que fuimos con Joan y Pilar dejó buen recuerdo. Mantiene el nivel. Callejeamos por el Pópulo, Santa María, la Alameda, la Plaza de España y toda la zona comercial (en horario no comercial)
 
 

El Rocío

El sábado por la noche cenamos en un restaurante de la Calle San Juan de Sanlúcar, el Fogon de Mariana. El lugar, la comida y el precio fueron la leche! Qué platos y que precios! Dos tablas, una de jamón y otra de lomo embuchao y queso, una parrillada de verduras, cuatro chuletones a la brasa de medio Kilo, un fileton y una ensalada. Dos botellas de tinto de la tierra, tres de agua y cafés para seis: 94 euros! (échale guindas al pavo!)
Pues en esa cena, en la que coincidí con mis sobrinos Tino y Alberto, decidimos dedicar el dia siguiente al Rocío.

 
Encontramos el Rocío con bullicio de domingo antes de semana santa. Con un dia de sol después de muchos de agua y estaba expectacular.
  
Además llegamos en el momento de una misa rociera y con la ermita llena de gente. Había ambiente rociero y para eso Joan se puso la gorra a juego.
Del Rocío nos fuimos directamente al aeropuerto de Sevilla camino de casa.

 

La Catedral que no es veu

Catedral de Palma
20 de febrer de 2010





S'altre dissabte tinguerem ocasió de visitar la Catedral de Palma pels camins no oberts als visitants habituals.

La visita tenia les 10,30 com a hora de trobada a l'entrada que es realitza per les portes del museu. Després de pujar-hi 252 esglaons ens situarem a la primera aturada: allà a on estan n'Eloi i la resta de set campanes més que composen el campanari de la Catedral.

Seguirem pujant fins a dalt. Passejarem per damunt del sostre de la Catedral apreciant d'aprop els arcbotants i d'enfora les muntanyes mentres cau als nostres peus la Ciutat i la mar.
Tal vegada el passeig visual descriu millor que les paraules la realitat que trobarem.

 El migdia següent l'acabaren devers San Joan recollint llenya que permetè fer un poc d'exercici terapeutic. Fou tant intens que no hi ha mostra fotgràfica del moment.