BURDEOS

17-20 de Julio de 2010

El embarque en Palma con destino a Barcelona es el inicio de esta aventura de dos semanas que emprendemos camino de la Bretagna francesa.
La travesia de siete horas en el barco pasa sin sentir, más bien, de forma agradable. Tan sólo nos quedamos con el aquello de no haber subido los bañadores para disfrutar de un baño en la piscina de cubierta.
El sol y la brisa del mar acentuan un color moreno muy agradable en nuestros rostros, energia solar  que permiten afrontar lo que esperamos sean dos semanas de escaso sol.

Después de dejar el coche en un parking cercano al Clot y asentarnos en el piso de la avenida Meridiana dónde vive Ferran quedamos con Borja.
Borja nos hace de anfitrion por el barrio de Gracia que soporta una temperatura de 32,5 grados. Cenamos en una de esas preciosas y vivas plazas del barrio de Gracia y nos despedimos hasta el regreso.

El dia siguiente al 17 de julio muy tempranito, a las 7'30 horas (con 25 grados a esa hora), tomamos camino de la frontera francesa por la Junquera (como hicieran 74 años antes tantos españoles). A la altura de la Junquera coge el coche Pilar para tomar camino de Perpignan, Narbonne, Carcassone,... dirección Tolosa-Burdeos. Los primeros kilometros franceses, hasta la altura de Carcassone son caminos que nos recuerdan el viaje que hicimos a Perpignan y nos movimos por lo que algunos llaman Catalunya Nord, otros  la marca aragonesa y los franceses, simplemente, Languedoc-Rossellon.

Hacemos parada para comer (prontito ya que en Francia se come temprano, alrededor de las 13 horas) en AGEN.
Agen me recuerda al Tour, a esos pueblos frondosos por los que pasa la carrera francesa. Comemos en un restaurante de apariencia modesta y de deliciosa cocina llamada Côte Jasmin.

A media tarde, antes del cierre de la entrada en el hotel, entramos en Burdeos discutiendo contra el inmutable GPS, debido a que los franceses llaman Boulevard a un desvio o una lateral de una Rue, y debido a ello estuvimos más tiempo del deseado buscando el hotel que teniamos enfrente de nuestras narices todo el tiempo.

Es un apartahotel a 10 minutos andando del centro de Burdeos (Appart'City Bourdeux Centre) con servicios de internet por cable y garage. El apartamento es muy comodo y está bien para desayunar o hacer alguna ligera comida o cena.

Burdeos, se nos antoja una ciudad agradable, de tamaño humano, de unos 250.000 habitantes, de temperatura más agradable, 25 grados a las siete de la tarde. Una nutrida presencia en la calle hacen que sea agradable el paseo, el callejeo, perderse por la ciudad, por las calles, por sus plazas... Tomar una cerveza en cualquier terraza con la temperatura de primavera hacen que simplemente ese hecho sea delicioso.

El  mercado de los Grandes Hombres (dedicado a los Voltaire, Rousseau, Montesquieu...) es un mercado de arquitectura moderna y centro de vida matinal para los desayunos y comidas. La ribera del rio Garona cercana al centro histórico es una fachada monumental y bien resuelta que anima al paseo y a vivirla.

Ciudad para comer bien, pasear, estar un fin de semana largo. Ciudad para repetir estancia sólo por el gusto de estar, sin necesidad de descubrir nada especial.
Para cenar la Place du Parlament ofrece diferentes restaurantes, de ambiente muy francés, muy parisien diria. Nosotros lo hicimos en el Bistrot d'Eduard.

SAINT EMILION. El vino de Burdeos es el vino. Burdeos es el vino y Saint Emilion es el Burdeos de Burdeos. Además del vino, el pueblo de Saint Emilion es precioso. Pueblo en una colina, de trama y aspecto medieval, rodeado de viñas y viñas. El Grand Cru de Saint Emilion es una joya del vino.

No hay comentarios: