El Barco de Avila (o el puerto dónde está nuestra morada)


El Barco de Avila.
18-21 de Noviembre de 2010

Cada mes de noviembre, con el frio, las lluvias y las tardes cortas nos atrevemos a hacer un viaje a la Península. El destino es un secreto que guarda la pareja organizadora. Este año, Joan y Pilar eran nuestros guias. Durante el año, los cuatro restantes miembros del grupo intenta sonsacar alguna pista que nos indique por dónde transcurre el viaje. A medida que el verano nos deja y entra el otoño las preguntas en forma de pesquisas tornan mas frecuentes y más afinadas, así como la puesta en común de la información sonsacada para conseguir tener alguna pista que nos indique el lugar de destino.
Este año, la concentración era en Son Sant Joan a las 5,15 de la mañana: una putada. La convocatoria indicaba que debiamos tener una maleta a prueba de frio y que seria un primer dia muy largo.
Evidentemente, la hora de la convocatoria nos indicaba un vuelo tempranero, cosa que no podia ser más que el de las 6,40 a Madrid. Pero ir a Madrid es no decir nada. Puedes enganchar con otro vuelo (Asturias combina muy bien), coger un AVE (Valladolid, Soria...), cualquier otro tren, un coche... o quedarte en Madrid.
Ese primer día vino a transcurrir más o menos así:
  • Pues bien, llegamos a Madrid. Se confirma.
  • Primer comunicado que nos dice que no cogemos otro vuelo. Recogemos maletas (descartamos Asturias).
  • Cogemos coche (descartamos o no los destinos AVE)
  • Nos dirigimos hacía la Nacional de La Coruña (ostras, puede ser Valladolid, León incluso Asturias en coche. Si nos llevan en coche a Asturias están locos estos dos y sin tomar café)
  • Nos dirijimos a Segovia. (Vamos a Segovia?)  
  • Nos dan el segundo comunicado que no dice nada aparentemente más que no es el destino Segovia
  • Nos paramos en Segovia. Visita turístico gastronómica (cochinillo en Cándido!). Sobre las 15 horas de nuevo en marcha. (no creo que ya vayamos muy lejos a estas horas)
  • El coche pone dirección hacía el oeste. (seguro que vamos a Salamanca)
  • Cartéles de Salamanca, Avila, Cáceres, medio mundo. Nos hemos levantado a las 4 de la mañana y estamos dando vueltas por la península sin saber dónde vamos a dormir. Ni idea
  • Tercer comunicado: Tampoco es el lugar de destino. Nos paramos en Avila. (la leche!!)
  • De vuelta al camino (que me lleven dónde quieran, me rindo)
  • Seguimos hacía el oeste. Debe ser Salamanca o Cáceres
  • Definitivamente tras otro comunicado nos dicen que hemos llegado. Chicos no es Asturias, no es Salamanca, no es Segovia, no es Cáceres... Es El Barco de Avila. El único que había acertado es Tino que dijo en algún momento un Spa cercano a Avila. 
El Barco de Avila!!! Jamás me lo hubiera imaginado. Además llegamos de noche y en un periquete Joan se cruzó el pueblo por unos estrechos callejones hasta desembocar en una carretera provincial que nos conducia al hotel. Se lo sabía de memoria. Bravo por los organizadores!!



 


El hotel, Puerta de Gredos, estaba a 1,5km del pueblo. El Barco es un pueblo situado en la frontera de las províncias de Avila, Salamanca y Cáceres y a los  pies de la Sierra de Gredos.

Los dias que hemos pasado (primer dia incluído) han sido dias variados y que nos ha permitido coger ganas para volver en otras fechas y ampliar con detalle cada uno de los lugares que hemos podido saborear.
De camino a La Alberca, paramos previamente en Mogarraz, dónde pudimos contemplar un auténtico gorrino negro, con cencerro, paseando por el pueblo.


La Alberca es un pueblo de montaña completamente empedrado y con casas con mucha madera a la vista (balconadas) situado en Las Batuecas-Sierra de Francia.


Salamanca  nos ocupó el mediodia y buena parte de la tarde pero no lo suficiente como para parar en Guijuelo y permitirnos algunas gastrónomicas compras. Vale la pena recordar como de noche, en carretera secundaria a la altura de  El Tejado nos encontramos con cuatro vacas en la carretera, dos a cada lado que pudimos esquivar sin percance alguno.

La excursión la dedicamos a la Laguna del Duque (o de la Solana). Excursión amenazada por la lluvía por lo que teníamos como alternativa dedicarlo a El Barco. Finalmente el tiempo nos animó a ponernos las botas y dirijirnos hacía la montaña. La excursión es típica de Joan. "Excursión plana de unas dos horitas de paseo".  Pues bien, un desnivel de un 20% de manera constante durante unos trescientros metros de ascensión sobre el surco agua que bajaba de la montaña. Finalmente llegamos a la Laguna y pudimos observar que hay un paseo que rodea la Laguna, que por cierto tiene origen glaciar.

A mediodia estábamos citados (ejem ejem) en un restaurante del pueblo para comer lo típico del pueblo: Potaje de judias del Barco y Chuleton de Avila. (no coment)

El último dia lo dedicamos,  a visitar el Valle del Jerte y Madrid Centro. Jerte, además de tener un valle precioso y muchas cerezas tiene un agradable núcleo urbano. En Madrid paseamos por Plaza Mayor, Carrera de San Jerónimo, Atocha...
Finalmente llegamos a Barajas, la T4 y caminito de casa.

LA ROCHELLE-TOLOSA-BARCELONA

La Rochelle-Tolosa-Barcelona
26-28 de Julio

La tres noches siguientes fueron en itinere constante, con tres paradas que acabaron por redondear el viaje: La Rochelle, ciudad portuaria a la que tenia ganas de visitar desde hacía un par de años, Tortosa ciudad que me parecío mestiza, moderna y acogedera y finalmente Barcelona, puerto que nos enlazaria con nuestra Mallorca.

Puerto de La Rochelle
Más allá del centro histórico de la ciudad (me sorprendio el predominio del blanco de las paredes) y el hermoso puerto, dedicamos la mayor parte del tiempo a la isla de Ré. La isla esta enlazada al continente por un puente de tres kilometros. 






Es una isla eminentemente turística. Anteriormene tuvo una fuerte presencia militar de la que queda practicamente todo intacto, ya que con criterio, ha rehabilitado las instalaciones militares en oferta hotelera, no modificando la imagen de la isla ni ocasionando ningún impacto medioambiental innecesario. Quiero recordar en estas lineas que la Isla de Re, que tiene diversos municipios, tiene carreteras paralelas para bicicletas y que a la entrada del pueblo debes aparcar el coche (no los residentes) convirtiendo el pueblo completamente peatonal o para ciclistas.

Ille de Re




Nos sorprendió de Tolosa el rotulado de las calles en francés y en occitano. Sorpresa agradable porque nos acercaba linguisticamente. No solo fue el occitano el que nos acercaba, la temperatura también nos indicaba que estábamos en el sur, pero sobretodo el bullicio de la ciudad, las terrazas llenas y las calles a rebosar.


 El Ayuntamiento y su plaza son espectáculares. La Iglesia de St. Sernín, una de las mayores iglesias románicas es una joya y un placer contemplarla. Vale la pena. Al igual que el paseo alrededor del rio Garona con sus barcos-casa, pasear por sus parques junto al rio que encontramos con conciertos a media tarde...






El camino hacía Barcelona fue como pisar sobre caminos ya conocidos. Hace un par de años, visitando el Rossellon francés, tuvimos oportunidad de visitar Coulliure. Nos encantó. Quisimos volver a este maravilloso pueblo en el camino de vuelta. Estaba todo decidido. Conducir de Tolosa hacía Colliure (sin pararnos en Carcassone) pegar un baño y comer en el hermoso puerto de Coulliure y para bajar la comida pasear hasta el cementerio viejo del pueblo para volver a saludar al maestro Machado. El plan era muy apetecible. El problema surge cuando toda Francia tuvo la misma idea para el mismo dia. Pudimos entrar en Colliure pero no nos pudimos bajar del coche: No había un solo espacio para dejar el coche. Todos estaban en Colliure ese dia. (la anterior visita fue durante un mes de diciembre y claro, parece que en diciembre no van a la playa los franceses).

Pues bien, nos fuimos a bañarnos y a comer a Argelès-sur-Mer, justo al lado de Coulliure. Tampoco estuvo mal aunque no tiene el encanto del puerto de Coulliure y sobretodo no tiene el significado que para muchos tiene el lugar donde fue a morir el bueno de Antonio Machado.

Decidimos bajar a Barcelona por el puerto de Portbou con parada intermedia prevista en Cadaquès. La carretera de montaña (te recuerda el Tour) junto al mar es espectacular. Los pequeños pueblos  (Banyuls, Port Vendrès-el primer trozo de tierra francés que pisé hará más de treinta años) pesqueros y turísticos que abraza la ruta merece un viaje completo. Cerbere (que también recordaba a Pilar los cambios de tren cuando volvía desde Alemania) nos despedia de Francia aunque el paisaje no indicara que habiamos cambiado de pais.
Cadaquès
Cadaquès es un pueblo que me recuerdó la Cala Rajada de mi infancia no por su paisaje (totalmente distinto) sinó por sus hostales grandes, con aparentes grandes habitaciones. Al margen de mis recuerdos Cadaquès es otro rincón precioso inalterado por el tiempo o por la burbuja immobiliaria.



QUIMPER

QUIMPER
24-26 de Julio de 2010



Le Conquet



El camino de Rennes hacía Quimper tuvo dos paradas: Brest i Le Conquet. Blanco y negro. Aceite y agua. Brest es una gran ciudad, practicamente nueva a partir de la segunda guerra mundial. Guarda una antigua fortaleza militar y un puerto natural increible. Le Conquet es un pequeño pueblo de pescadores por el que no ha transcurrido el tiempo. Un pueblo entrañable en el que poder escaparse del mundo frente al Mar de los Celtas. Le Conquet es de esos pueblos que te atrapan desde el primer momento y te invitan a pasar alguna temporada.

Le Conquet

La llegada a Quimper fue la entrada al mundo celta. A una pequeña Bretagna dentro de la Bretagna que hasta el momento conociamos. El pequeño hotel dónde pasamos las tres noches es un hotel con encanto, trato familiar y atento (Hotel Gradlon) junto al centro de la Ciudad (2 minutos andando). El tiempo necesario para poner orden en las maletas y en sus propietarios fue el que necesitamos para acercarnos a la plaza de la Catedral de St. Corentin bajo una lluvia fina, casi imperceptible pero siempre presente.

La plaza estaba ocupada por una gran carpa abierta por los costados. Bajo el techo de la carpa podría haber unas dos mil personas moviendose al son de música celta. Poco a poco nos fuimos acercando, entrando bajo la carpa, poco a poco nos empezamos a mover, y sin saber muy bien como estábamos bailando en un corro entrelazados por los brazos. Grupos celtas venidos de todo el mundo tenian presencia en este festival lo que le daba a la Ciudad un ambiente joven y multicultural. Todos los rincones estaban llenos de grupos atavíados con sus trajes regionales (tuvimos ocasion de encontrar asturianos). 



 
Fue llegar e incorporarte a la fiesta, al Festival Anual de Música Celta de Quimper. Es el lugar que más nos cautivó de cuántos visitamos en este viaje. Quizá fuera el hecho del festival o la cordialidad de la población, o la belleza de la misma Ciudad. Supongo que un poco de todo.







Los dias de estancia los dedicamos a conocer los pueblos que rodean la costa, costa maravillosa y llena de rincones: Le Pouldu, Quimperlé, Concarneu...
Le Pouldu